¡Porque te amo María!

jueves, 8 de septiembre de
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(Algunos fragmentos de la poesía “Porque te amo María” escrito por Teresita de Lisieux)

 

…Porque tu dulce nombre me hace saltar de gozo el corazón, y porque el pensamiento de tu suma grandeza a mi alma no puede inspirarle temor.


…Porque meditando tu vida tal como la describe el evangelio, yo me atrevo a mirarte y hasta acercarme a vos. No me cuesta creer que soy tu hija, cuando veo que mueres, y que sufres como yo.


… Mas no me asuste mi gran debilidad, porque todos los tesoros de la madre son también de la hija, y yo soy tu hija. ¿Acaso entonces, no son mías tus virtudes y también tu amor? Así, cuando Jesús Eucaristía baja a mi corazón, tu Cordero, Jesús, sueña estar reposando en ti misma.


… Te Amo María, Porque cuando Jesús pregunta: “¿Quien es mi hermano, mi hermana y mi madre, sino el que cumple mi voluntad en todo?” no te entristeces, antes bien te alegras de que nos haga comprender entonces que aquí abajo, en la tierra, nuestra alma se hace familia suya.


…Porque si yo te contemplara mas brillante que todos nosotros juntos, no podría creer que soy tu hija; y entonces, en tu presencia bajaría los ojos…


…Porque tu me haces comprender, que no me es imposible caminar sobre tus huellas. Nos hiciste sencillo el estrecho camino que va al cielo con la constante practica de virtudes humildes.


…Porque yo se que en Nazaret, Virgen llena de gracia, viviste pobremente.
Ni éxtasis ni arrobamientos, ni milagros hermosearon tu vida. Por el común camino, Madre incomparable, caminas tu, guiándonos al cielo.


…Te amo cuando te mezclas con las demás mujeres que dirigen sus pasos al templo del Señor. Por tres días se esconde Jesús a tu ternura, y entonces si sufres su ausencia. Tu dulce Niño, Madre, quiere que seas tu el ejemplo vivo del alma que lo busca a oscuras, en la noche de la fe… 


Te amo María, porque tu elocuente silencio es propio de un alma que solo del cielo espera su auxilio.

 

…”A veces, a María, la presentan inaccesible, habría que presentarla imitable, hacer resaltar sus virtudes, decir que vivía de fe, como nosotros y probarlo por el Evangelio.
Sabemos muy bien que la Santísima Virgen es la Reina del cielo y de la tierra, pero es mas Madre que Reina. Por ello, no hay que hacer creer que con sus privilegios eclipsa a todos los santos, como el sol al amanecer hace desaparecer a las estrellas. ¡Dios mio! ¡Que cosa mas extraña seria que una madre desmereciera a sus hijos! Yo pienso todo lo contrario: creo que intensifica el encanto de sus hijos. Debemos decir, ademas que: María tuvo menos suerte que nosotros, puesto que no tuvo ni tiene a una Santísima Virgen a quien amar. ¡Es una dulzura de más para nosotros, y una dulzura de menos para ella!”

 

 

TERESITA DE LISIEUX (Doctora de la Iglesia)

Noelia Viltri