Jesús recorría las ciudades y los pueblos, predicando y anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y también algunas mujeres que habían sido curadas de malos espíritus y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, esposa de Cusa, intendente de Herodes, Susana y muchas otras, que los ayudaban con sus bienes.
Palabra de Dios
Padre Nicolás Retes sacerdote de la Arquidiócesis de Buenos Aires
Queridos amigos de Oleada Joven, compartimos entonces este texto el cual nos muestra como Jesús recorría las ciudades, los pueblos, como siempre predicando, anunciando la Buena noticia. Pero el acento de este evangelio está puesto en las mujeres hoy, no sólo varones acompañaban a Jesús, y alguno que escucha este texto puede decir: “y bueno, ¿dónde está la novedad? varones, mujeres”.
Lo que pasa es que en esa época la mujer estaba más bien relegada a ciertas tareas, no era lo más común. Es más, seamos sinceros, no era bien visto que mujeres acompañaran a Jesús. Sin embargo, como ya sabemos, el Maestro no tiene ningún tipo de problema al contrario, tiene bien clara su misión, Él lo dice una y otra vez, lo ratifica con sus hechos: ha venido para todos. No hace distinción entre este o aquel, todos son recibidos por Jesús, por lo tanto, más allá de que algunos se escandalicen en la época, Jesús busca siempre a quienes son más débiles, el varón frente a la mujer siempre está en estado de desproporción ya que esto es bíblico, lo leemos en el libro del Génesis, por eso quizás Jesús busca rodearse no sólo de varones, que era lo propio de la época, sino también de mujeres. Y dice el nombre de algunas de ellas, para que se vea que es cierto.
El rol de la mujer en la iglesia es muy importante, y podemos aprender muchísimo juntos, mujeres, varones… porque en definitiva aquí se trata de buscarlo a Jesucristo. Todo aporte que podamos dar para que el reino de Dios crezca es valioso. “Jesús recorría las ciudades” dice el texto, y la prédica de la Buena Noticia se hace de este modo, incluyendo a todos, no dejando a nadie afuera. Todos son recibidos. Incluso Jesús “gasta” mucho tiempo hablando con los fariseos, aquellos que lo contradicen, que lo pelean… Jesús ha venido para todos. Pensemos en esta jornada que nos regala el Señor hoy, en este viernes 16 cómo estamos recibiendo nosotros a nuestros hermanos, si en nuestra vida hacemos acepción de personas, o realmente nos entregamos, intentamos llegar a todos con la palabra de Dios.