En lo pequeño está lo inmenso. En la inmensidad del mundo nos nace el Amor, pobre entre puertas cerradas. Y en la inmensidad de la incertidumbre brotan, discretas pero firmes, las semillas del Reino del Bien, habitado hoy menos que mañana.
Éstas palabras de Álex Segrelles Cuevas nos invitan a agudizar la mirada, a descubrir en lo pequeño lo inmenso del Reino que habita entre y en cada uno de nosotros.
Este mundo empecinado en hacernos creer que solo lo espectacular cuenta, nos desvía la mirada de lo fundamental, de lo verdaderamente importante: los gestos y acontecimientos pequeños y cotidianos en donde nos espera Jesús, nuestro Gran Amigo: tal vez en el saludo de un vecino que hacía mucho te ignoraba, en la abuelita que pide cada mañana sentada en el mismo lugar, en el sol y la brisa que acarician tu cara al salir de casa. El Señor te espera, te invita, te pide y te da ¡Ánimate a descubrirlo!