Jesús dijo a la multitud: “Cuando ven que una nube se levanta en occidente, ustedes dicen en seguida que va a llover, y así sucede. Y cuando sopla viento del sur, dicen que hará calor, y así sucede.
¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la tierra y del cielo; ¿cómo entonces no saben discernir el tiempo presente? ¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo?
Cuando vas con tu adversario a presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él en el camino, no sea que el adversario te lleve ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y este te ponga en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.”
Palabra de Dios
P. Nicolás Retes, sacerdote de la Arquidiócesis de Buenos Aires. Colabora en el equipo de Pastoral Vocacional de Buenos Aires y en la Universidad Católica Argentina
Discernir, darnos cuenta, el aspecto de la tierra, del cielo, de cosas que son más fáciles de descubrir, aunque se vena majestuosas, pero el propio corazón humano a veces es muy difícil de desentrañar, de comprender, de entender.
Qué difícil es conocernos en lo profundo, qué difícil es sin la ayuda de Dios darnos cuenta quienes somos realmente, a qué estamos llamados, cual es nuestra vocación, qué quiere Dios para nuestra vida.
El evangelio que nos presenta la iglesia, queridos jóvenes de oleada, hoy nos permite volver a reflexionar sobre esto: qué es discernir, qué es darnos cuenta, qué es tener puesto el corazón en Dios, sólo así podemos darnos cuenta cuál es Su voluntad.
Por eso la oración, las obras de caridad, y sobre todo vivir en comunidad, siempre junto a la iglesia, siempre junto al grupo al cual vos pertenecés, junto al movimiento, nunca te alejes de la iglesia, al contrario, compartí con tus hermanos porque allí vas a encontrar siempre la voluntad de Dios, Dios habla a través de la comunidad que te ha tocado. Y es verdad, a veces nos cuesta, decimos “esta comunidad tiene tal cosa, tiene tal otra”… ¿quién no tiene defectos? todos tenemos pecados, tenemos defectos en nuestro corazón pero sabemos que Dios con su misericordia siempre nos perdona y está dispuesto realmente a rescatarnos si nosotros nos arrepentimos, si nosotros buscamos la conversión de corazón.
Reconciliados, amados por el Padre, queremos pedirle al Señor en este día viernes, la gracia de tener un corazón que sepa darse cuenta, que sepa discernir, que pueda ser consciente de qué nos pide Dios y poder jugarnos cada día por el Reino, ese Reino que cada día ya amanece, que sigue creciendo en la tierra y que Jesús, Él mismo nos invita a trabajar, a colaborar en su viña.
No seamos flojos, no bajemos los brazos, no nos cansemos vamos a encontrar miles de motivos para decir “hoy no puedo ir” sin embargo Jesús (si afinás el oido) te vuelve a llamar, y te llama por tu nombre diciendote “vos podés, vení, ayudame, trabajá en mi Reino, trabajá en la iglesia, trabajá en tu comunidad ” .