Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda.
Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver’.
Los justos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer;sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?’.
Y el Rey les responderá: ‘Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo’.Luego dirá a los de su izquierda: ‘Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles,porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber;estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron’.
Estos, a su vez, le preguntarán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?’.Y él les responderá: ‘Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo’.Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna”.
Palabra de Dios
P. Gustavo Gatto Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Villa María
Hoy celebramos la conmemoración de los fieles difuntos, o como le decimos entre nosotros, el día de los muertos. Es un día especial en donde se agolpan muchos sentimientos encontrados.
Todos nosotros tenemos o tuvimos la experiencoa de perder un ser querido, de que algún ser amado haya partido a la casa de Dios. Por eso, este día es un día en donde en nuestro corazón se nos viene el recuerdo de esas personas que amamos y, por qué no, la tristeza, la nostalgia, la angustia, algunos quizas haciendo aún el duelo.
Pero del otro lado de la moneda totalmente unido está la fe, la esperanza que nos trae Jesús resucitado. Porque Jesús Resucitado venció a la muerte ya no le tememos. Sabemos que ella es un paso a la vida plena y que el Dios que nos cuida y nos sotiene en la vida es el Dios que nos recibe cuando partimos de este mundo.
La muerte que nos llena de tristeza porque extrañamos la presencia física de nuestros seres queridos, es también la puerta a la esperanza de una vida llena en el Señor.
Hoy rezamos por nuestros seres queridos difuntos, con profundo sentir en el corazón. Pedimos por su eterno descanso, pedimos por el perdon de sus pecados y le pedimos al Señor para que cada uno de nosotros, con los pies en la tierra, cumpliendo la misión que el Señor nos ha dado, podamos mirar el cielo, mirar la vida eterna comos nuestro destino final.
Que el Señor nos bendiga.