Ustedes mismos mandaron preguntar a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad.No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para la salvación de ustedes.
Juan era la lámpara que arde y resplandece, y ustedes han querido gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: son las obras que el Padre me encargó llevar a cabo. Estas obras que yo realizo atestiguan que mi Padre me ha enviado.
Palabra de Dios
P. Nicolas Retes sacerdote de la Arquidiócesis de Buenos Aires. Colabora en el equipo de Pastoral Vocacional de Buenos Aires y en la Universidad Católica Argentina
Queridos amigos de oleada joven a veces pasa que las palabras que decimos, aunque sean las del evangelio, no son recibidas amablemente por los demás, especialmente por los que les cuesta creer, por los que no tiene fe. Pero el evangelio de hoy nos presenta el tema de las obras también, pone sobre el tapete, recurre a las obras.
Y a veces si uno no cree por haber escuchado la Palabra, al menos al ver las obras mueven muchos corazones a que se acerquen, a que se acerquen a la iglesia, a que se acerquen a la fe, a que se acerquen al menos a leer la Palabra de Dios y con mucha paciencia Dios después va haciendo su obra allí. Está en nosotros saber presentar esto de un modo amable , como dice el evangelii gaudium, como dice el papa Francisco, siempre evangelizar con ternura, con misericordia, lo que nuestro querido papa Francisco llamará “el evangelio de la ternura”. Llevar los demás la Palabra de Dios con gestos elocuentes, con ternura, con obras que realmente muevan a la conversión, muevan el corazón.
Muchas veces destapan los oídos, los ojos, los corazones realmente ven algo nuevo, así es nuestro Dios: cuando quiere acercarse a nosotros nos presenta siempre la novedad, algo que no habíamos visto, que nos habíamos perdido. Le pedimos al Señor entonces en este día viernes 16 de diciembre (en este contexto de adviento que estamos viviendo ya, con entusiasmo, preparando la venida de Jesucristo en la navidad, como un niño pobre, débil,pero con un gran mensaje, con un mensaje de salvación) que nuestras obras respondan realmente a lo que creemos, le pedimos al Señor la gracia de la coherencia de vida.