Celebración penitencial para jóvenes

miércoles, 15 de marzo de

 

Dios Padre me invita a volver a sus brazos

 

Consideraciones a tener en cuenta:

 

– Esta celebración esta preprarada como motivación, no como receta de la que se sacan frutos concretos, es por ello que está abierta a lo que quieran relizar como grupo. Consta de 4 momentos: un momento de introducción y oración, un segundo momento de encuentro con la Palabra y reflexión, un tercero que es el reconocimiento de nuestras vidas, pecados, situaciones que me alejaron de Dios y que puede concluir en la confesión de todos si se quiere y por último, un momento de experimentar el amor de Dios que nos reconcilia con Él.

 

– Se debe crear un momento de oración, recogimiento, se puede invocar antes de comenzar al Espiritu Santo por medio de un canto. Se puede iluminar el lugar con algunas velas de modo de crear un ambiente propicio para la oración, el preprar un altar donde estén los elementos (un poncho, unas sandalias o alpargatas, un anillo, un recipiente con agua, perfume) que tenía el hijo pródigo cuando se fue de su casa y que el padre le devuelve en ellos su dignidad de hijo.

 

– Si se desea en vez de leer el pasaje de este Evangelio se puede representar con dos actores (Padre e hijo menor).

 

– Si hay un sacerdote acompañando el grupo puede presidir la celebración y también estar disponible para confesar. Entre otras cosas.

 

– En el tercer momento se debe pensar que se quiere lograr: si un momento para pedir perdón todos juntos, o hacer un exámen de conciecia gral. que sirva para una futura confesión o ahí mismo brindar ese espacio de reconciliación.

 

– Hay algunos cantos sugeridos que se pueden cantar con guitarra o sino buscarlos en YouTube para escucharlos y meditarlos. Es aconsejable usar un cancionerito para que escuchando y viendo la letra se medite mejor.

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Queridos hermanos… cada año Dios Padre nos ofrece un tiempo para que volvamos a sus brazos, para que volvamos a ser hijos en el Hijo, para que descubramos un poco más su amor por cada uno de los que estamos acá, y también un tiempo para nos miremos nosotros mismos y nos descubramos, nos pensemos y nos proyectemos bajo la mirada amorosa que nos ofrece y la ayuda de su gracia como esa fuerza de lo alto que viene en ayuda de nuestra debilidad…

 

(Pausa)

 

Dios quiere y necesita corazones abiertos, quiere corazones abiertos. Corazones dispuestos, corazones que respondan a su amor. 

 

(Pidamos la gracia de que abra nuestros corazones para que podamos experimentar la ternura de Dios en esta celebración)

 

Canto: “Conozco tu corazón” Pascua Joven

 

 

 

 

Oremos (Pausa)

 

Padre bondadoso, que te identificas con los necesitados, que estás lejano y cercano al mismo tiempo y te manifestás en Jesús; concedenos tu perdón, una vez más por medio de Jesús, que vino a llamar a los pecadores, a buscar la oveja perdida, a salvar a los desposeídos, a defender a los pobres y a perdonar a los arrepentidos.

 

(Oraciones para que la hagan distintos miembros del grupo)

 

-Bendito seas, Padre, por esta gracia y este tiempo;
por concedernos un momento oportuno de preparación a las fiestas pascuales.

 

-Bendito eres, Tú, Padre porque nos llamas a cada uno de los creyentes a emprender de manera más personal y consciente el compromiso de seguir a Jesús tu Hijo, nuestro amigo y hermano.

 

-Bendito eres, Tú, Padre, por interpelarnos en lo profundo y radical de la vida y por querer liberarnos de nuestras falsas seguridades y de los ídolos secretos que construimos sin cesar.

 

-Bendito eres, Tú, Padre, porque nos das el Espíritu, el único que puede convertirnos, el único que puede atravesar nuestros pensamientos el único que puede darnos un corazón de hijos según el corazón de tu Hijo Jesús.

(Silencio meditativo)

 

 

LITURGIA DE LA PALABRA

 

(Puede proclamarse el pasaje bíblico o narrarse y representarse… sería bueno que cuando el hijo menor emprende la marcha se bajen o apagen algunas luces como para manifestar la falta de luz, la falta de visión que causa el pecado que nos hace menospreciar nuestra dignidad)

 

A lo largo de toda la Palabra de Dios, a lo largo de toda la biblia se usan diferentes figuras aplicadas a Dios para mostrarle al pueblo elegido cómo es el amor y su cuidado por cada uno de ellos… pero en el Nuevo Testamento, con Jesús, se da la plena reveleción de cómo es Dios, de cómo es su amor por los hombres, de cómo es su amor por cada uno de nosotros… escuchemos con un corazón atento lo que el mismo Jesús nos cuenta del Padre Dios!…(podemos cerrar nuestros ojos, imaginarnos la situación, pensar y ponernos en cada uno de los personajes mientras sean relatados, etc.)

 

Jesús dijo también: “Un hombre tenía dos hijos. El menor de ellos dijo a su padre: ‘Padre, dame la parte de herencia que me corresponde’. Y el padre les repartió sus bienes. Pocos días después, el hijo menor recogió todo lo que tenía y se fue a un país lejano, donde malgastó sus bienes en una vida licenciosa.

 

Ya había gastado todo, cuando sobrevino mucha miseria en aquel país, y comenzó a sufrir privaciones. Entonces se puso al servicio de uno de los habitantes de esa región, que lo envió a su campo para cuidar cerdos.

 

El hubiera deseado calmar su hambre con las bellotas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. Entonces recapacitó y dijo: ‘¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, y yo estoy aquí muriéndome de hambre! Ahora mismo iré a la casa de mi padre y le diré: Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros’.

 

Entonces partió y volvió a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente; corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó.

 

El joven le dijo: ‘Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no merezco ser llamado hijo tuyo’. Pero el padre dijo a sus servidores: ‘Traigan en seguida la mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies.

 

Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado’. Y comenzó la fiesta.

 

(Hagamos un tiempo de silencio para meditar la Palabra o también puede hacese una oración de eco resaltando qué es lo que más le llegó al corazón de cada uno, manteniendo el clima de oración)

 

Canto: “Con vos” de Pascua Joven 

 

 

 

 

PEDIMOS PERDÓN

 

…Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra Ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo. Trátame como a uno de tus jornaleros…

 

(Peticiones de perdón para hacerla todos juntos y después se puede invitar a los que quieran confesarse a que puedan hacerlo de manera concreta)

 

– Porque muchas veces preferimos hacer lo que nos gusta en vez de lo que realmente tenemos que hacer. Respondemos: Padre, perdónanos.

 

– Porque muchas veces preferimos otras cosas antes que a Ti. R: Padre, perdónanos.

 

– Porque muchas veces no nos esforzamos en ayudar a los que tenemos a nuestro lado. R: Padre, perdónanos

 

– Porque somos egoístas y nos movemos por nuestros intereses. R: Padre, perdónanos

 

(Se puede agregar súplicas de perdón espontáneamente)

 

Acá se pueden hacer diferentes cosas como por ejemplo:

 

– Si los chicos se van a confesar… podemos ir mechando entre el exámen de conciencia y canciones mientras se recibe el sacramento…

– Si no se hacen las confesiones… mientras se canta o se escucha un canto, se pueden ensuciarles con barro las manos a los chicos para significar nuestros pecados y que pasen a lavarse donde está en el altar el recipiente de agua como signo de purificación…éste gesto igual puede hacerse del mismo modo si los chicos se confiesan: ensuciarselas durante el canto, hacer el exámen y la confesión, y al ir terminando cada uno se van a lavar las manos como gesto del alma que queda limpia después de una confesión…)

 

 

Para el tiempo de confesiones

 

Canto: “Aliaza” de Pascua Joven

 

 

…Volveré a mi Padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo, trátame como a uno de tus siervos. Partió, pues, de vuelta a la casa de su padre.

 

En lo profundo de nuestros corazones y conciencia, vamos a ir respondiendo a algunas de las preguntas sobre cómo ha sido mi relación con Dios, con los demás y conmigo mismo… pidamosle al Espíritu Santo que nos ilumine y nos dé el propósito de no volver a ofender conscientemente a nuestro Padre Dios…

 

(Se puede poner música suave y hacer las preguntas de modo pausado ó también imprimirlas y darselas con un tiempo oportuno para responderlas)

 

 

En mi relación con Dios

 

¿Está mi corazón dirigido a Dios de tal manera que con verdad lo ame sobre todas las cosas?

¿Me acuerdo de Él cada día para agradecerle y para ofrecerle mis trabajos, mi estudio, alegrías y dolores?

 

¿Me comunico con Él en la oración y en la Misa de los domingos?

 

¿Tengo confianza en Él tratando de descubrir qué es lo que quiere de mi vida?

 

¿O más bien creo en los adivinos y me dejo llevar por lo que dicen las cartas, los horóscopos, las supersticiones y todos aquellos que especulan con mi futuro?

 

¿Me he preocupado de que mi fe no se apague, sino que crezca en el conocer a Cristo y su Palabra, tal como me la enseña la Iglesia?

 

¿He hablado irrespetuosamente de las cosas sagradas o he tomado en vano el nombre de Dios?

 

 

En relación con el prójimo

 

¿He sido para mis hermanos causa de alejamiento de Dios, con mis palabras o acciones?

 

¿Causé daño a la vida, a la salud o a la buena fama de cualquier persona?

 

¿Hablé mal de alguien, criticando o chusmeando? ¿Diciendo la verdad o con mentira?

 

¿Insulté o falté el respeto a alguien?

 

¿Maté al indefenso con el aborto o aconsejé a otros que lo hicieran?

 

¿He hecho partícipes de mis bienes (bienes materiales, ideas, tiempo, afecto,…) a los que tienen menos que yo o soy egoísta y no sé compartir lo mío con otros?

 

¿He sido paciente con los demás miembros de mi familia?

 

¿He sido fiel en mi noviazgo o matrimonio, con las obras, el pensamiento, el deseo?

¿Trato de vivir mi noviazgo con seriedad, dejándome guiar por Cristo y por la Iglesia?

 

¿He actuado con sinceridad y he manifestado siempre la verdad?

 

¿Cumplo con la palabra empeñada, o miento engañando y estafando a los demás para provecho propio?

 

¿He robado algo?

 

¿He sido buen compañero en el trabajo y en el estudio?

 

 

En relación conmigo mismo

 

¿Cómo uso mi tiempo y los dones que Dios me dió?

 

¿He tenido cuidado de mi salud?

 

¿He cometido abusos o excesos en la alimentación o en la diversión?

 

¿He vivido ordenadamente mi sexualidad, de acuerdo a mi estado de vida?

 

¿He sido responsable con mis obligaciones?

 

¿Trato de mejorar o cambiar las cosas de mi carácter que no son buenas?

 

¿Me amo a mi mismo, me quiero, me respeto o hay algo en mí que no me cierra y por eso me escapo y no me trato bien?

 

(Terminadas todas las confesiones o el gesto de pedir perdón comunitariamente, encendemos todas las luces nos diponemos en un clima de fiesta al abrazo del Padre y a invocarlo con las palabras de Jesús)

 

 

PADRE NUESTRO

 

“Le vio su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y lo besó efusivamente: El hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo. (Con alegría y entusiasmo)… ‘Traigan en seguida la mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies… y comenzó la fiesta”

 

(Con alegría) Ahora es el momento de la fiesta porque el hijo volvió….y en el cielo hoy también hay fiesta, porque nosotros que somos sus hijos volvimos al Padre….

 

Por eso vamos a recordar el gesto de amor del Padre por su Hijo pródigo….Como nos dice el evangelista “el Padre salió al encuentro y lo abrazó, lo besó y comenzó la fiesta…” vamos a salir también nosotros, nos vamos a abrazar como pensemos que lo haría Dios con nosotros y que podamos sentir que es el mismo Padre que nos abraza por medio de un hermano….dejémos amar por Dios y que comience la fiesta!!!!”

 

Canción para el abrazo: Estaba perdido y me encontré en Tu abrazo… PJ 

 

 

 

Una vez terminado el canto que se puede acompañar con las palmas, cantarse si se tiene la letra, etc… Vamos a concluir cantando el Padre Nuestro o rezándolo despacio, viviendo cada palabra que decimos. Podemos levantar nuestras manos o unirlas a la de los demás. Se le puede pedir al sacerdote presente su Bendición para cerrar este encuentro…)

 

¡Dios los bendiga! Oramos por quiénes utilicen este material para que sea para la Gloria del Dios y el bien de las almas!

 

 

Descargar material

 

Material elaborado por Alan Moyano para Oleada Joven 

 

Alan Moyano