Algunos de la multitud que lo habían oído, opinaban: “Este es verdaderamente el Profeta”. Otros decían: “Este es el Mesías”. Pero otros preguntaban: “¿Acaso el Mesías vendrá de Galilea? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David y de Belén, el pueblo de donde era David?”. Y por causa de él, se produjo una división entre la gente.
Algunos querían detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él. Los guardias fueron a ver a los sumos sacerdotes y a los fariseos, y estos les preguntaron: “¿Por qué no lo trajeron?”. Ellos respondieron: “Nadie habló jamás como este hombre”.
Los fariseos respondieron: “¿También ustedes se dejaron engañar? ¿Acaso alguno de los jefes o de los fariseos ha creído en él? En cambio, esa gente que no conoce la Ley está maldita”.
Nicodemo, uno de ellos, que había ido antes a ver a Jesús, les dijo: “¿Acaso nuestra Ley permite juzgar a un hombre sin escucharlo antes para saber lo que hizo?”.
Le respondieron: “¿Tú también eres galileo? Examina las Escrituras y verás que de Galilea no surge ningún profeta”. Y cada uno regresó a su casa.
Palabra de Dios
P. Gustavo Gatto Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Villa María
En el evangelio de Juan vemos las controversias que se generan a la persona de Jesús, de sus acciones , de su origen. También, hoy nos sigue incomodando el evangelio de Cristo y produciendo escándalos.
La propuesta de Jesús que, muchas veces va contra corriente de los criterios culturales de moda. También nos escandaliza que , la Salvación de Dios , nos venga de Galilea es decir, de lo que tiene poco valor a los ojos del mundo.
Dios eligió a los que el mundo los tiene por despreciable y por necio para confundir a los sabios, dice San Pablo. ¡Que tengas un hermoso fin de semana!