Ayunar ¿por qué?

viernes, 31 de marzo de
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Queremos redescubrir el sentido profundamente religioso que tiene el cuidado de nuestra salud, aprovechando las posibilidades que nos da en éste tiempo de comer más austeramente sin empacharnos en el comer. ¿Cuál es el sentido que tiene, cuál es el valor que tiene el ayuno en términos religiosos?.

Podríamos decir varias cosas:

por una parte Jesús mismo afirma que hay ciertos malos espíritus que sólo se expulsan con ayuno y con oración. El ayuno y la oración de la mano tienen un poder de fortificar a la persona, a las personas por las cuales ayunamos y disponen interiormente al combate espiritual, a la lucha interior contra las fuerzas del mal que atentan contra nuestra propia vida.

El ayuno también tiene ese poder de expectativa que genera su presencia en nuestra vida. Cuando uno ayuna se priva del bien primario de la alimentación y se abre a otro bien, a un bien interior y espiritual, más fuerte. Es éste que surge del vinculo del ayuno con la oración y la caridad.

El ayuno es la privación de algo, que no necesariamente tiene que ver con alimentos. Es un “privarme de” para ese valor ofrecerlo a modo de limosna y caridad. Podemos ayunar de comprar ropa para la nueva temporada, de tomar un café en algún bar, de una salida al cine…. es una cierta privación de un bien que no es indispensable para vivir y que yo lo traduzco en un gesto de amor y caridad.

El Señor pone el ayuno, la oración y la práctica de limosna y caridad como un tridente de un mismo cuerpo espiritual que dispone a la persona a abrirse ante la expectativa de la llegada del reino. Muy claramente esto se lee en el tiempo de adviento, donde somos invitados a abrirnos a la expectativa del Señor, a su llegada. En estos dos tiempos donde la iglesia está a la expectativa de una manifestación del Señor, la Cuaresma, nosotros desde el ayuno, en el control de nosotros mismos, en la oración, en el vínculo con Dios, la caridad, la limosna, la relación con los demás, nos disponemos interiormente a recibir las gracias que en ese tiempo de manifestación y de revelación de Dios se nos quiera comunicar. ¿Porqué los discípulos de Jesús no ayunan? Es muy claro por qué no, Jesús está con ellos. Cuando falte Jesús entonces ayunarán. Mientras el novio está con ellos no hace falta porque la manifestación de Dios, esto está diciendo Jesús ocurre en su persona.

Es muy importante pedir la gracia de la actitud penitencial. No es bueno lanzarse a grandes penitencias, porque tampoco el Señor lo pide. Las practicas devocionales no pueden robarle a Dios, como Prometeo, el fuego divino. Hay que hacerlo con mucha humildad y sencillez.

Fuente: Radio Maria Argentina

Oleada Joven