Evangelio según San Mateo 11,25-30

jueves, 22 de junio de
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Jesús dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.”

 

Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.”

 

 

Palabra de Dios

 

 

 

 

 


 

P. Nicolás Retes sacerdote de la Arquidiócesis de Buenos Aires

 

 

 

 

 

Queridos amigos de Oleada Joven, celebramos con gran alegría, hoy viernes 23, la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús.


Ustedes saben que, para los judíos, el corazón siempre es la cede de los sentimientos, allí es donde habla Dios, podemos decir, nuestra conciencia, donde escuchamos profundamente la voz del Señor.


Celebrarlo a Jesucristo, celebrar su Sagrado Corazón de donde nacen, de donde surgen justamente, no solo los sacramentos de la Iglesia sino su amor también por cada uno de nosotros nos da la fuerza y la confianza para acercarnos cada vez más a El.


Y si, si estamos cansando, estamos tristes, quizás de tanto trabajar, o por las preocupaciones, por las dificultades de esta vida, poder refugiarnos en el Sagrado Corazón de Jesús, El que tiene justamente un corazón humilde, paciente que sabe recibir a todos, nos va a dar sin duda alivio, nos va a dar Paz, nos va a dar calma y sobretodo FORTALEZA para seguir creciendo en esta vida, para seguir peregrinando hasta la casa del Padre.


Esta celebración nos llena entonces de alegría, de gozo porque sabemos que Cristo nos ama entrañablemente y que su Sagrado Corazón es fuente de las gracias más grandes que podamos recibir en esta vida.


A El le pedimos entonces que no nos abandone, que nos acompañe especialmente en los momentos de cruz, de dificultad y pedimos también por aquellos que están pasando un momento difícil, que están en la prueba, que están “en la mala” podríamos decir. Pedimos por cada uno de ellos, sus vidas y los encomendamos al Sagrado Corazón de Jesús.

 

Radio Maria Argentina