Padre, me pongo en tus manos, haz de mí lo que quieras: sea lo que sea, te doy las gracias. Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, con tal que tu voluntad se cumpla en mí y en todas tus criaturas. No deseo nada más, Padre. Te confío mi alma, te la doy con todo el amor de que soy capaz, porque te amo y necesito darme, ponerme en tus manos sin medida, con una infinita confianza, porque tú eres mi Padre.
Amén.
Charles de Foucauld (1858-1916)
fue beatificado en Roma el día 13 de noviembre de 2005. Durante su vida evangelizó el norte de África y, en particular, a los tuaregs, llegando a traducir los Evangelios al idioma de dicho pueblo nómada. De su carisma han surgido diez congregaciones religiosas y ocho asociaciones de vida espiritual.
Más artículos de Charles de Foucauld
Ámame tal como eres