“El amor todo lo cree” 1 Corintios 13,7
«Todo lo cree», por el contexto, no se debe entender «fe» en el sentido teológico, sino en el sentido corriente de «confianza».
No se trata sólo de no sospechar que el otro esté mintiendo o engañando.
Esa confianza básica reconoce la luz encendida por Dios, que se esconde detrás de la oscuridad, o la brasa que todavía arde debajo de las cenizas.
Esta misma confianza hace posible una relación de libertad.
No es necesario controlar al otro, seguir minuciosamente sus pasos, para evitar que escape de nuestros brazos.
El amor confía, deja en libertad, renuncia a controlarlo todo, a poseer, a dominar.
Esa libertad, que hace posible espacios de autonomía, apertura al mundo y nuevas experiencias, permite que la relación se enriquezca y no se convierta en un círculo cerrado sin horizontes.
Puntos n° 114 y 115 del Capítulo cuarto “El amor en el matrimonio” de Amoris Laetitia, exhortación apostólica postsinodal del Santo Padre Francisco sobre el amor en la familia