Amar siempre, enseguida, con alegría

viernes, 21 de julio de
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Durante un encuentro focolarino, una persona le preguntó a Chiara Lubich cómo se podía frenar la separación en individualismo que se vivía en su barrio para comenzar a vivir más unidos. A lo que Chiara respondió:

 “Diría esto: ustedes deben llevar adelante la revolución de amor que ya empezaron y que aquí lo expresan con sus palabras, las danzas y sus experiencias.

Naturalmente, esa revolución es de un amor especial. Es un amor que tiene algunas cualidades. Por ejemplo, hay que amar a todos. Por tanto, para ustedes no existe una persona fea, una persona agradable, el blanco, el negro, el grande, el pequeño. Ustedes deben amar a todos, a todos los que están a su alrededor, en sus casas, en su escuela, a todos, todos.

Luego, la segunda cualidad de este amor es que deben ser los primeros en amar. No esperen ser amados, tomen la iniciativa en el amor y amen incluso a quien no los ama, a quien los odia. Ustedes deben amar siempre, amar siempre. Ese es un amor fuerte.

Si lo hacen, muchos se quedarán sorprendidos y dirán: ‘¡Pero qué chico tan raro! Es distinto a los demás. ¿Por qué ama siempre? ¿Por qué ama a todos? ¿Por qué es el primero en amar?’. Y sentirán interés. Entonces, pedirán explicaciones, ustedes las darán y los seguirán. Así esta revolución de amor se difundirá cada vez más, cada vez más.”