Santiago Apóstol, es el hermano mayor de Juan “el discípulo amado”. Hijos de Zebedeo, fueron bautizados por Jesús como “los hijos del trueno”, indicando el fuerte carácter de los hermanos.
Pescadores, tanto Santiago, como el resto de su familia, al conocer al Señor no dudan en ponerse a su total disposición. Santiago y Juan, en respuesta a la llamada de Jesús, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras de Él (Mc 1, 20). Salomé, la madre, siguió también a Jesús, sirviéndole con sus bienes en Galilea y Jerusalén, y acompañándole hasta el Calvario. Es la misma que pide a Jesús que coloque a sus hijos uno a la derecha y otro a la izquierda en el cielo, despertando la ira del resto de los discípulos.
Los Hechos de los Apóstoles relatan la vida de la Iglesia primitiva. Vayan y prediquen el Evangelio a toda criatura (Mc 16, 15). Este mandato del Señor lo cumplieron los Apóstoles, dispersándose por todos los caminos hasta los más extremos confines de la tierra para predicar el mensaje salvífico de Cristo. Pedro y Pablo llegaron a Roma, Mateo a Etiopía, Tomás a la India, Felipe a Frigia, Juan a Éfeso, Santiago el Menor se queda en Jerusalén como primer obispo de la Ciudad Santa. Por Occidente, los confines de la tierra terminaban entonces en la zona de Galacia, lo que hoy sería España y Portugal, y hasta allí llegó Santiago Apóstol.
Una antigua tradición transmitida oralmente, cuenta que la predicación de Santiago no fue bien recibida, en un principio, por los moradores de la península ibérica, que los frutos de su dedicación al ministerio apostólico eran escasos. Desalentado, estaba a punto de abandonar la empresa, cuando el Señor quiso que su Santísima Madre ‑que aún vivía en carne mortal‑ se le apareciese a las orillas del río Ebro: le llenó de ánimos, asegurándole que sus trabajos no quedarían estériles. Santa María dejó el pilar o columna sobre la que se había aparecido, como signo visible de su presencia.
Se presume que en ese entonces, María se encontraba viviendo en la casa de Juan, el hermano de Santiago. Habría sido una bilocación.
Constituye la primera aparición de la Virgen María y es aprobada por la Iglesia. Patrona de España, cada 12 de octubre se celebra la fiesta a Nuestra Señora del Pilar.
Fuente: Anécdotas y Catequesis