Déjame Señor,seguir ciegamente tus senderos.No quiero buscar comprender tus caminos;soy tu hija,Tú eres el Padre de la sabiduríay eres también mi Padre,y me guías en la noche;llévame a ti.
Señor, que se haga tu voluntad:¡Estoy lista!También si en este mundono apagas ninguno de mis deseos,Tú eres el Señor del tiempo,el momento te pertenece,tu eterno presente quiero hacerlo mío,realiza en milo que en tu Sabiduría prevees:si me llamas al ofrecimiento en el silencio,ayúdame a responder,haz que cierre los ojosa todo lo que soy,para que, muerta a mi misma,no viva sino para ti.
Edith Stein