Evangelio según San Mateo 18,15-20

martes, 15 de agosto de
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Jesús dijo a sus discipulos: 

 

Si tu hermano peca, ve y corrígelo en privado. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano.  Si no te escucha, busca una o dos personas más, para que el asunto se decida por la declaración de dos o tres testigos. Si se niega a hacerles caso, dilo a la comunidad. Y si tampoco quiere escuchar a la comunidad, considéralo como pagano o publicano. 

 

Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo. 

 

También les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá.  Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos. 

 

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. David Pintos  sacerdote de la Diócesis de San Ramón de la Nueva Orán 

 

 

La Fe nos es algo individual, la fe es esencialmente comunitaria. Nadie debería tener una fe aislada ni solitaria. Porque la fe nos hace salir de nosotros mismos hacía Dios y hacia los demás. Por eso es muy importante que veamos si nuestra fe tiende a hacía afuera, hacia los demás.

 

La Fe siempre nos hace preocuparnos por los demás, siempre nos lleva a tener muy presente la vida de nuestros hermanos de camino. Por eso muy natural de los que tienen fe que tengan una sensibilidad especial de atención sobre los que están a su lado.

 

Porque seguramente si descuidamos esa dimensión de la fe comunitaria vienen los problemas y dificultades. Porque seguramente si dentro de nuestras comunidades hay hermanos o hermanas que andan por mal camino es porque están siendo descuidados y desatendidos por parte de los demás.

 

En el Evangelio de Hoy Jesús nos enseña que las atenciones que se deben brindar en nuestras comunidades son muy importantes. Es por eso que al principio alienta a la importancia de la corrección fraterna y después de hacernos ver que cuando somos unidos podemos alcanzar cualquier cosa que nos propongamos. “Les aseguro que si dos de ustedes llegan a un acuerdo para pedir algo mi Padre se los concederá”.

 

En el día de hoy nos preguntemos como están mis hermanos y hermanas, ¿Cómo están los que viven al lado mío? ¿Cuándo fue la última vez que dialogue seriamente con algunos de ellos? ¿me descuide de alguno? Capaz uno de los gestos que podríamos hacer hoy es acercarme a esa persona con la que hace mucho no dialogo y prestarle más atención. Dialoguemos más, prestemonos más atención, como decía el Papa Francisco “no le tengamos miedo a la ternura”. Nos nos tengamos miedo a ser más cercanos y fraternos. Valoremos los detalles entre nosotros.

 

Pensemos y recreemos los vínculos en nuestras comunidades de tal manera que nadie quede afuera ni descuidado. Estaría bueno pedirle eso también al Señor en este día, pedirle juntos “Señor que sepamos cuidarnos los unos a los otros…” pedirle al Señor la creatividad para sostener nuestras comunidades, la gracia de salvar a los hermanos.

 

Que tengan una bendecida jornada

 

Oleada Joven