Oveja perdida que encuentra el Señor

miércoles, 23 de agosto de
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Como el cordero perdido

asustado en el campo,

que se encontró 

con su madre

en medio de la noche oscura,

así me siento Señora Mía

madre de mi corazón.

Me acogés y me recibís

me abrazas, me das amor

porque Jesus me ha encontrado

y en tus brazos hoy me dejó.

Mientras Él va por otras

que asustadas están.

No saben que Él las busca,

a nadie deja perdido

al menos que no se deje encontrar.

Pero nunca se da por vencido,

cargado de misericordia

vuelve siempre,

una vez y otra vez más.

Hoy soy la oveja perdida

que en sus hombros Él cargó.

Gracias por venir por mí

gracias por traerme a la vida.

Con vos

ya no hay más temor

se fue el frío de la noche

y mi alma se inundó de amor.

Y en los brazos de María

la noche se hizo día

se llenó de luz mi corazón.  

 

 

Mariana Longo