A veces es necesario desconectarse del mundo para reencontrarse con uno mismo y con Dios. Cada encuentro con Él es único, especial y mágico.
“¿Porqué me elegiste? ¿Que quieres de mi? ¿Soy capaz de lograr lo que me pides?” Y asi, un montón de preguntas y dudas invaden nuestra mente cuando sentimos el llamado de Dios pero Él nos conoce, sabe de nuestras capacidades y apuesta por ello.
Dejar todo en sus manos, entregar todo nuestro ser para que Él pueda moldear nuestra vida y llevarnos por el camino del amor.
¿Hoy qué le ofreces al Señor? Cierra los ojos, ofrece lo que tienes y sientes.
Yo, Señor, hoy te ofrezco mi Esperanza.
“A veces te pregunto ‘¿Porque yo?’
Y solo me respondes ‘Porque quiero’.
Es un misterio grande que nos llames
asi tal como somos a tu encuentro…
¿Qué te daré? ¿Qué te daremos?
Si todo, todo, es tu regalo.
Te ofreré, te ofreceremos
esto que somos,
estoy que soy… eso te doy”