Si tuvieras fe como un granito de mostaza…

domingo, 24 de septiembre de
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Benditas sean tus promesas Señor,

Benditos sean tus caminos,

Bentida sea tu voluntad,

 

No son pocos los días, las veces

las noches, las horas

cuando mi corazón se encuentra atribulado y entristecido.

 

Y es porque tengo miedo, Señor.

El miedo de vivir en la infelicidad,

una infelicidad que nace de la duda.

Duda a que tus promesas no apliquen para mí.

No se cumplan en mí.

Mujer de poca fe, me diriás.

 

Y es que por mi razón sé que las promesas que hiciste a Abraham, nuestro padre,

también lo son para mí, por hacerme HIJA, pero es mi corazón el que aún no lo sabe.

 

Hoy, te pido Señor con todo mi corazón, y todas mis fuerzas

que aumentes mi fe.

Una fe firme que renueve la esperanza de cada día.

Para que espere en Ti confiada,

Para que espere en Ti abandonada…

 

“Si tan solo tuvieras la fe de esa mujer…”

Concédemelo por tu gran generosidad.

Amén

 

 

Sofía Defagot