Hace algunas semanas celebramos la fiesta de la Pascua, que continúa durante 50 días hasta la venida del Espíritu Santo en Pentecostés.
50 días porque la fiesta es tan grande que no nos entra ni en la cabeza ni en el corazón
50 días en los que Jesús se les aparece a los apóstoles resucitado… pero seguimos dudando
50 días…
50 días para ingresar en el misterio de un amor tan grande de Dios por cada uno de nosotros
50 días para celebrar que la muerte ha sido vencida para siempre
50 días de encuentros y desencuentros, de duda y fe…
50 días de Jesús que nos promete el Espíritu Santo…
50 días en compañía de María que nos reune en torno suyo para esperar
50 días en que en nosotros va aumentando el deseo de su venida
En la mitad del año, necesitamos renovar el fuego, renovar las ganas, el entusiasmo, la vida… Nos vamos preparando para Pentecostés, para que de verdad sea Pentecostés en nuestras vidas.
Que salgamos del miedo y del ensimismamiento…
Que salgamos de la duda…
Que salgamos de la rutina y de la mirada llana…
Vení Espiritu Santo, vení con tu presencia de amor a encendernos el corazón. Encendénos por dentro, para poder salir a anunciarte con alegría y confianza. Encendénos por dentro, prendenos fuego, aunque nos consuma… Porque preferimos consumirnos, a vivir con una llama tenue, que es como estar muerto en vida. ¡Vení Espiritu Santo, te esperamos!
De nuestra redacción
Milagros Rodón