Evangelio según San Lucas 12,39-48

martes, 24 de octubre de
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Jesús dijo a sus discípulos: “Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va llegar el ladrón, no dejaría perforar las paredes de su casa. 

 

Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada”.  Pedro preguntó entonces: “Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?”. 

 

El Señor le dijo: “¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno? ¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo! Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes. 

 

Pero si este servidor piensa: ‘Mi señor tardará en llegar’, y se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la misma suerte que los infieles.  El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo. Pero aquel que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más.” 

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. David Pintos sacerdote de la Diócesis de San Ramón de la Nueva Orán

 

 

En el Evangelio de hoy Jesús exhorta a sus discípulos, a todos los que trabajan cerca de él,(osea vos,yo, todos), a estar siempre en estado de alerta, a ser despiertos; porque todos los discípulos de Jesús tenemos que ser los más despierto de todos. El amor, la pasión que tenemos que tener por Jesús nos tiene que llevar realmente a tener todos los sentidos orientados hacia Él. Discípulos convencidos y totalmente entregados en todo momento , discípulos realmente enamorados que lo único que piensen es en cómo demostrar el amor que se tiene por Jesús sirviendo de la mejor manera sin especular ni ser mezquino. Jesús nos pide que seamos administradores fieles y solicitos, trabajadores en todo momento; trabajadores de Jesús que no tengan nada que ver con la pereza, la pachorra, el ser especulador de trabajar sólo para ser vistos y después no hacer nada.

 

Pedro le pregunto a Jesús ¿esto es para nosotros? Pero por supuesto, somos los primeros que tenemos que hacer caso de lo que Jesús nos diga.

 

Seguro que Dios nos dio mucho y nos confío muchas bendiciones. Por la tanto así como Dios es generoso con nosotros, nosotros tenemos que ser generosos con él, agradecidos por lo tanto que nos da.

 

¿Cómo somos nosotros? ¿Somos dóciles, entregados, generosos, solícitos? O ¿Somos discípulos calculadores, perezosos, máscaras? Si muchos de nosotros no somos como Jesús lo quiere ¿ Cómo podemos mejorar? ¿Qué propósito podemos hacer? ¿A qué nos podemos comprometer para ir convirtiéndonos en verdaderos discípulos?

 

Yo les decía que Jesús quiere de nosotros que estamos siempre en estado de alerta, que estemos siempre en estado de disposición y trabajo. Para eso todos nuestros sentidos tienen que estar despiertos y orientados en Jesús.

 

Eso le podemos pedir a Jesús en el día de hoy: Que todos nuestros sentidos estén orientados en él, que él sea el centro de atención, que sea nuestro centro de vida, ser fieles y solícitos, que todo lo hagamos por él y para él. Que saque de nosotros la pereza y el. desgano. Que nos de la gracia estar trabajando cuando él venga. Que el sea lo más importante en nuestro corazón y nuestras vidas.

 

 

Que tengan una bendecida jornada.

 

Oleada Joven