De misión en el edificio (y en el barrio)

jueves, 26 de octubre de

La misión de octubre de Radio María nos ha puesto a los Radiomarianos en movimiento saliendo al encuentro con María a los lugares menos pensados. Así fue como con dos amigas decidieron misionar en los edificios.

 

Las grandes ciudades y la vida moderna, hacen que los edificios se conviertan en espacios un tanto fríos donde los vecinos, al tener horarios y rutinas diferentes, casi ni se crucen y por ende no se conozcan. Hasta que algo hace que se encuentren.

 

Una mañana me levanté con la certeza de que la misión en el edificio no era imposible y que Dios la quería. Tenía que ser algo simple, un abrir la puerta al encuentro. Con mis amigas esta moción se convirtió en conversación habitual y nos pusimos manos a la obra: había que preparar una linda imagen de la Virgen, un cuadernito para las intenciones y algunas calcomanías de la misión de Radio María. Ese sería el Kit Misionero para edificios y barrios. Encargamos las maderas por un lado, imprimimos las imágenes y Virginia, más afín a las manualidades, pegó, pintó y barnizó los cuadritos. Otros, al vernos tan entusiasmadas, se pusieron a forrar cuadernos y preparando el material. 

 

Las mociones son contagiosas y a los pocos días se habían sumado otros a la misión en los edificios y barrios. Cada uno partió a su casa con una bolsita con la imagen de la Virgen y el material misionero. 

 

Después de rezar pidiéndole a María que me mostrara el camino, tomé valor y le envié un mensajito a mis vecinos en el grupo de Whatsapp del edificio:

 

 

Solo quedaba esperar confiada. María abriría los caminos para llegar a sus hijos que más la estuvieran necesitando. Y así comenzaron los encuentros, sencillos, al estilo de María que no hace ruido pero que son significativos.

 

No sabés la alegría que me dió recibir tu mensaje en el grupo del edificio. Desde que vivo en la ciudad nunca había escuchado que hubiera imágenes peregrinas de la Virgen” me comentó Tichi una vecina del 11º B. Al rato llegó otro mensaje: “Soy Graciela del 7º A  y acepto tu ofrecimiento de recibir a la Virgen en casa”.

 

Cuando fui a buscar la imagen que había dejado en lo de Tichi, le conté que ahora María seguía camino en lo de Graciela y me pidió acompañarme. Allá fuimos y las sorpresas siguieron. Estaba en el edificio donde vivo, en la casa de una mujer que no conozco junto a otra señora que acababa de conocer hacía algunas semanas y las 3 tomando un café como si fuéramos amigas de siempre. Graciela nos contó que su hija está con un cáncer y recibir a María en su casa fue una confirmación, “como si María me estuviera diciendo, así como siempre estuve acompañando en los momentos difíciles de tu familia, acá estoy, sigo estando”. 

 

Tras el encuentro, al que se sumarán otros porque la misión continúa en el edificio, se abrieron otras puertas. “Milagros, quizás podríamos juntarnos cada tanto para rezar por nuestros vecinos, hay muchas necesidades”. Y parece que pronto tendremos un encuentro mensual para rezar el rosario por los vecinos. 

 

Algo parecido ocurrió en los grupos de Whatsapp de los barrios de mis compañeros misioneros. “Mandé el mensajito y algunos vecinos comenzaron a contestar. Les acerco la imagen de María con el cuaderno y las calcos y la paso a buscar después de algunos días. Es una linda ocasión para irnos conociendo y estrechando vínculos” contó José que con su familia se mudó hace un año al barrio. 

 

María va pasando de casa en casa llevando bendición, generando encuentros y acortando distancias entre los vecinos. Ella está presurosa por llevar a su hijo a tantos hermanos que lo necesitan. Vos también podés ser misionero Radiomariano.

 

Milagros Rodón