Jesús en vos confío

viernes, 3 de noviembre de
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¿Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida?

Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te irá mejor.

Cuando te entregues a mí, todo se resolverá con tranquilidad según mis designios.

No te desesperes, no me dirijas una oración agitada

como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos

cierra los ojos del alma y dime con calma: Jesús confío en ti.

Evita las preocupaciones angustiosas y los pensamientos sobre lo que puede suceder.

No estropees mis planes queriéndome imponer tus ideas.

Déjame ser Dios y actuar con libertad.

Entrégate confiadamente en mí, reposa en mí y deja en mis manos tu futuro.

Dime frecuentemente: Jesús confío en ti.

Lo que más te daña es querer resolver las cosas a tu manera.

Cuando me dices Jesús confío en ti,

no seas como el paciente que le dice al médico que lo cure, pero le dice el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo, yo te amo.

Si crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración, 

sigue confiando, cierra los ojos del alma y confía.

Continúa diciéndome a todas horas: Jesús confío en ti.

Necesito las manos libres para poder obrar, no me ates con tus preocupaciones inútiles.

Satanás quiere agitarte, angustiarte, quitarte la paz. Confía en mi.

Reposa en Mí.

Entrégate en Mí.

Yo hago los milagros en la proporción de la entrega y de la confianza que tienes en Mí.

Así que no te preocupes, echa en mí todas tus angustias y duerme tranquilo.

Dime siempre: Jesús confío en ti, y verás grandes milagros.

Te lo prometo por mi amor.

 

Ana Tomicich