Cuando toca aceptar tu voluntad. Cuando tengo que meterme entre la trama enredada de tus planes. Cuando empiezo a ver que tus tiempos son trazados de forma distinta a los míos. Cuando no entiendo de tus señales o mensajes. Cuando lo que quiero no es lo que necesito. Cuando mi mirada se nubla y carezco de claridad.
Decido parar. Y no me sale preguntarte ¿por qué? Es que ya se que mi humanidad está lejos de comprender tu respuesta. Decido poner pausa. Y no me sale tirar mi fe por la borda. Es que es todo lo que tengo.
Entonces y sólo entonces, decido respirar hondo, tan hondo hasta aceptar. Porque no te entiendo,pero te acepto,mi Jesús. Acepto y abrazo tus tiempos,tus modos y maneras. Acepto y me anclo a tus planes. Acepto y empiezo a caminar la vida. Confío,Jesús, confío en Vos.
Cuando miro hacia atrás reconozco cuántas veces me culpabilicé en vano, cuántas veces castigué mi humanidad, este regalo tan…
¡Qué alegría gustar esta libertad! Me siento inmensamente agradecida por este andar con las manos abiertas, dándome de lleno, sin…
Que reines Tú, Señor, en mi corazón que reine tu paz que reines Tú cada día y me hagas…
Es verdad de que hay un modo de vivir que es estar en casa. Cada espacio, cada persona, cada…
¿Cómo me acerco a lo que estudio? ¿Cómo quien degusta o como quien devora ? Si me acerco con voracidad,…