Evangelio según San Lucas 19,11-28

martes, 21 de noviembre de
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Jesús dijo una parábola, porque estaba cerca de Jerusalén y la gente pensaba que el Reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro. 

 

El les dijo: “Un hombre de familia noble fue a un país lejano para recibir la investidura real y regresar en seguida.  Llamó a diez de sus servidores y les entregó cien monedas de plata a cada uno, diciéndoles: ‘Háganlas producir hasta que yo vuelva’. 

 

Pero sus conciudadanos lo odiaban y enviaron detrás de él una embajada encargada de decir: ‘No queremos que este sea nuestro rey’. 

 

Al regresar, investido de la dignidad real, hizo llamar a los servidores a quienes había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. 

 

El primero se presentó y le dijo: ‘Señor, tus cien monedas de plata han producido diez veces más’.  ‘Está bien, buen servidor, le respondió, ya que has sido fiel en tan poca cosa, recibe el gobierno de diez ciudades’. 

 

Llegó el segundo y le dijo: ‘Señor, tus cien monedas de plata han producido cinco veces más’. 
A él también le dijo: ‘Tú estarás al frente de cinco ciudades’. 

 

Llegó el otro y le dijo: ‘Señor, aquí tienes tus cien monedas de plata, que guardé envueltas en un pañuelo.  Porque tuve miedo de ti, que eres un hombre exigente, que quieres percibir lo que no has depositado y cosechar lo que no has sembrado’. 

 

El le respondió: ‘Yo te juzgo por tus propias palabras, mal servidor. Si sabías que soy un hombre exigentes, que quiero percibir lo que no deposité y cosechar lo que no sembré,  ¿por qué no entregaste mi dinero en préstamo? A mi regreso yo lo hubiera recuperado con intereses’. 

 

Y dijo a los que estaban allí: ‘Quítenle las cien monedas y dénselas al que tiene diez veces más’. ‘¡Pero, señor, le respondieron, ya tiene mil!’. 

 

Les aseguro que al que tiene, se le dará; pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene.  En cuanto a mis enemigos, que no me han querido por rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia”.  Después de haber dicho esto, Jesús siguió adelante, subiendo a Jerusalén. 

 

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. David Pintos sacerdote de la Diócesis de San Ramón de la Nueva Orán

 

 

Hoy celebramos la fiesta de Santa Cecilia, Virgen y Mártir. Ella es Patrona de la Música. Así que muchísimas felicidades y bendiciones a todos los músicos en el día de su Santa Patrona Santa Cecilia. Un saludo particular a todos los músicos que misionan y nos ayudan a misionan a través de esta forma bella de comunicación… Muchas gracias de verdad porque muchas veces todos hemos sentido a Dios muy cerca nuestro al escuchar bellas melodías, muchos se han convertido a través de la Música… la Música muchas veces nos lleva hacia los misterios más profundos del amor de Dios. Nos dan ánimo, nos levantan, nos dan fuerzas para seguir adelante! Dios nos dice que nos ama a través de la Música y nosotros lo comprendemos tal cuál!!! Por eso gracias a nuestros queridos músicos por su servicio!!! Yo los animo a que sigan adelante y que no entierren el don que Dios les dio como nos pide en el Evangelio de hoy.

 

¡Si sos músico gracias de todo corazón por tu servicio prestado con mucha generosidad!  Si no sos músico pero conoces a alguien que lo sea, acercate para felicitarlo y darles las gracias!

 

Hoy en el dia de Santa Cecilia recemos especialmente por los Músicos, por todos ellos que nos acercan a Dios a través de ella!  ¡Un abrazo grande y muchas bendiciones para el día de hoy!

 

Oleada Joven