Y llegó el día. El día en el que entendí que no debemos compararnos con nadie. El día en el que entendí que necesitamos ser la mejor versión, pero de nosotros mismos. Por qué seguir mal, si Él te regala la posibilidad de levantarte y empezar a limpiar todo aquello que nos hace mal.
Quizás no de un día para otro. Pero si venis durmiendo poco podes dormir, si venís estudiando poco podés estudiar, si venis rezando poco podés rezar, si venís extrañando a alguien, podes llamar. Hay alguien que está creyendo en vos. La solución no está en otra persona.
La solución está en vos, buscá en lo profundo de tu corazón, hay alguien que te rescata y es Jesús.
Dejemos de buscar que otras cosas nos llenen, y preocuparnos por las cosas terrenas. Tócate el pecho, mirá hacia arriba y respirá porque el único que te puede hacer sentir lleno por la eternidad es Dios y nadie más. Si observas a los costados, siempre habrá gente mejor y gente peor, no te compares. Enfocaté en el final, en la SANTIDAD.
EL SEÑOR LE RESPONDIÓ, Marta, Marta te preocupas y te afliges por muchas cosas, y hay necesidad de unas pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.
Recuerda, somos distintos y lo que a mi me sale, quizás a vos no. Las historias de las personas no son iguales, por lo tanto no podemos esperar que los resutlados sean los mismos.
Seamos SANTOS DE JEANS Y ZAPATILLAS, enfocate en el FINAL, en el encuentro con Dios …… SÉ TU MISMO.
Pero sobre todo Áceptate, como dice la canción AMÁ LO QUE SOS Y TUS CIRCUNSTANCIAS, porque Dios te creo a su imagen y semejanza, y luego, solo despúes, podrás ocuparte del resto.