Haz que toda mi vida sea un acto de amor

viernes, 15 de diciembre de
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Tu esposa, ¡oh Señor mío!,
en tierra extranjera puede cantar
el cántico eterno del amor,
porque en el seno mismo de su oscuro destierro
la abrasas con el fuego de tu amor,
como lo harás un día allá en el cielo.

 ¡Oh belleza suprema
y dulce Amado mío!,
tú te entregas a mí,
y yo pago tu entrega
amándote, Jesús.
Haz que toda mi vida sea un acto de amor.

Olvidándote tú de mi inmensa miseria,
vienes a hacer morada aquí en mi corazón.
¡Ah qué misterio grande, mi débil amor basta
para tenerte mío y encadenarte a mí!

 Amor que me inflamas,
penetra mi alma.
Ven, yo te reclamo,
ven, consúmeme.

 

Tu llama me urge,
y quiero sin tregua
¡oh divino horno!,
abismarme en ti.

 

El sufrir me es gozo
cuando en raudo vuelo
a ti para siempre
se alza el amor.

 

 ¡Oh patria celeste,
dulzura infinita,
tú día tras día
encantas mi alma!

 

 ¡Oh celeste patria,
oh gozo infinito,
no eres más que Amor!

 

 

Poesía n° 28 “El cántico eterno cantado en el destierro” de Santa Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz.

 

Mili Ortiz