Ya pasó la Navidad, hoy la mayoria de las personas vuelven a sus rutinas sin saber que no termina cuando empieza el 26 de diciembre, sino que recién ahí empieza a florecer en nuestro corazón por 365 días hasta la próxima Navidad.
Día a día hay que regar con buenas acciones y sentimientos, eliminando codicias, peleas y egoísmos.
Luchando contra las adversidades de la vida, sabiendo que ya no estamos solos.
Viendo nacer cada pétalo de una flor con una delicadeza que sobrepasa nuestro control porque hay alguien mucho más grande que lo hace.
Así, despacio, con amor y sin miedos, cuidar al niño Jesús que acaba de nacer