Feliz, así se hace llamar hoy mi alma.
Feliz como un pajarito en su primer vuelo
libre y amado.
Bajé al fondo de mi vida, fuí a mi infierno
y vos me rescataste, me llevaste de tu mano y me protegiste.
Me ayudaste a combatir miedos disfrazados de monstruos.
Tu mano se hizo una con la mía.
En silencio me hablaste, despertaste sentidos,
me hiciste capaz, me ayudaste a crecer,
me abriste los ojos.
Desperté con miedo y vos estuviste ahí.
Corrí de regreso a tus brazos,
como un niño asustado vuelve a casa.
Hoy estamos de fiesta, celebrando la existencia del perdón.
Hoy ganó la vida ante la muerte.
Hoy ganó el amor.