Para un pecador perdonado

jueves, 15 de febrero de
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Feliz, así se hace llamar hoy mi alma.

Feliz como un pajarito en su primer vuelo

libre y amado.

Bajé al fondo de mi vida, fuí a mi infierno

y vos me rescataste, me llevaste de tu mano y me protegiste.

Me ayudaste a combatir miedos disfrazados de monstruos.

Tu mano se hizo una con la mía.

En silencio me hablaste, despertaste sentidos,

me hiciste capaz, me ayudaste a crecer,

me abriste los ojos.

Desperté con miedo y vos estuviste ahí.

Corrí de regreso a tus brazos,

como un niño asustado vuelve a casa.

Hoy estamos de fiesta, celebrando la existencia del perdón.

Hoy ganó la vida ante la muerte.

Hoy ganó el amor.

 

Yani Azcoaga