Evangelio según San Marcos 16,1-7

miércoles, 28 de marzo de
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Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé compraron perfumes para ungir el cuerpo de Jesús. A la madrugada del primer día de la semana, cuando salía el sol, fueron al sepulcro.

Y decían entre ellas: “¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro?”. Pero al mirar, vieron que la piedra había sido corrida; era una piedra muy grande. Al entrar al sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con una túnica blanca. Ellas quedaron sorprendidas, pero él les dijo: “No teman. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el Crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Miren el lugar donde lo habían puesto. Vayan ahora a decir a sus discípulos y a Pedro que él irá antes que ustedes a Galilea; allí lo verán, como él se lo había dicho”.

 

Palabra de Dios

 

 

 

 


P. Gustavo Gatto sacerdote de la Diócesis de Villa María – Córdoba

 

 

Hoy , sábado Santo la Iglesia espera desde el corazón herido de María, la resurrección de Jesús. Hay dicho que se dice entre nosotros que: El que espera desespera.La espera está inundada de esperanza y la certeza de que el Señor está vivo.

 

En este sábado Santo,nos unimos a tantas esperas, a tantos momentos de la vida personal, familiar y comunitaria.

 

Es que, parece que la muerte , vence y que el mal triunfa sobre el bien.

 

La certeza que portamos y tenemos los seguidores de Jesús es que, la espera está llena de esperanza y que el triunfo definitivo es la resurrección.

 

¡Feliz Pascua para todos!

 

 

 

 

Oleada Joven