La vida es como un arcoiris. Una paleta de colores dispuesta para que nosotros seamos los artistas de nuestra obra de arte.
Cada color simboliza una característica importante en nuestra vida. Uno es la familia, otro el amor, la amistad y así podría continuar.
Pero esto no podría ser posible sin algo donde plasmar este arcoiris, que es el cielo celeste, con algunas nubes que la acompañan, con las estrellas, el sol y la luna. Sin contar las aves que se acercan para admirar esta belleza.
El responsable de que pueda ocurrir esto es Dios.
Es Él quien nos da la libertad de pintar, de elegir los colores, pero teniendo en cuenta que si falta un color, el arcoiris pierde fuerza, y ya no es lo mismo.
Y quien sostiene nuestra paleta de colores es nuestro Ángel de la Guarda.Quien nos ayuda en cada paso, en cada pincelada. Nos aconseja, nos acompaña en esta pequeña gran obra de arte que es VIVIR.