Evangelio según San Juan 14, 23-27

miércoles, 25 de abril de
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Jesús dijo: «El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él. El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió. Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho. Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman!

 

 

Palabra del Señor

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Podemos sacar tres ideas.

 

1) Una promesa de Jesús. 2) El Padre enviará el Espíritu Santo. 3) La paz les dejo.

1) Jesús prometió: iremos a él y haremos morada en él. Amar a Jesús se manifiesta en algo concreto. No es solo palabras bonitas. El que ama a Jesús lo demuestra cumpliendo su palabra, lo que nos pide en el evangelio. El que vive así es amado por el Padre. Entonces Jesús promete que vivirá en él junto con el Padre. Es algo misterioso. El Padre y el Hijo harán morada en él, habitarán en él, vivirán en él. Como en el campo del monasterio solemos ver los nidos de hornero viviendo contentos los pajaritos, y cuando abandonan el nido se suele convertir en un nido de lauchas. Así pasa con la persona, si cumple lo que Jesús manda, el Padre y el Hijo estarán en su corazón, sino estará el espíritu del mal. O estará Dios en el corazón, o el corazón es un nido de ratones, porque el maligno estará viviendo en él.

2) El Padre junto con el Hijo enviarán al Espíritu Santo. Aquí el Espíritu Santo aparece con una doble función. Enseñará todo y nos recordará lo que dijo Jesús. Son las dos actividades del ES. Será maestro y nos enseñará la verdad. Hay cosas que no enseñan los libros. Hay personas sencillas, hasta incultas, pero muy sabias. Y uno se pregunta de dónde sacan todo eso. Eso que saben sin estudiar proviene del Espíritu Santo. Algunos místicos hablan del Espíritu Santo como el maestro interior. Nos enseña sobre las cosas de Dios.

Y lo otro es que hará memoria. Nos hará recordar lo que Jesús dijo. Para que no se pierda. Es la memoria de las cosas de Dios. Hará memoria de Jesús. Una persona con alzhéimer es cuando pierde la memoria. Y también puede haber un alzhéimer espiritual. Entonces el Espíritu Santo nos ayuda para tener presente siempre a Cristo, que nos acordemos de él, que nos acordemos lo que nos dijo. Es triste no tener memoria. El Espíritu Santo es nuestra memoria para las enseñanzas de Jesús.

3) Jesús nos regala la paz. Es un don pascual. Pero no es la paz que da el mundo. El mundo no puede dar paz porque no la tiene. El mundo da agitación. O nos da una paz falsa. Nada nos puede dar paz. Solo Jesús, porque Jesús es la paz, y la paz es Jesús. Uno puede estar en medio del campo en un lugar super tranquilo y paradisiaco. Pero si no tenemos a Jesús, si estamos lejos de él, nuestro corazón estará turbado, no tendremos paz. Y puede pasar lo contrario. Que estemos en un día agitado en medio de la gente y del ruido como en una calle en pleno centro comercial. Pero si tenemos a Jesús en el corazón estaremos en paz. Que nada ni nadie nos robe la paz. Que nada ni nadie nos robe a Jesús. Para buscar caminos de paz debemos buscar los caminos que nos conducen a Jesús. Como la oración, la eucaristía, el servicio a los demás. Son caminos que llenan el corazón de paz y de alegría.

 

Oleada Joven