Señor, Tú eres la vid que me sostiene,
el dueño y guía de toda mi existencia.
Sin Ti no puedo dar fruto.
Poda todo aquello que estorbe mi crecimiento.
Que esta oración me descubra lo que necesito purificar,
mejorar y/o enmendar, para dar el fruto abundante que,
con tu gracia, puedo dar.
Fuente: Catholic