Vivir el presente colmándolo de AMOR

miércoles, 23 de mayo de
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“«Yo no esperaré. Voy a vivir el momento presente, colmándolo de amor». No es una inspiración improvisada, sino una convicción que he madurado durante toda la vida. Si paso mi tiempo esperando, quizá las cosas que espero nunca llegarán. La única cosa que con seguridad me llegará será la muerte.” fueron las palabras del Obispo vietnamita Van Thuan cuando, estando en prisión en China bajo el régimen comunista, quería encontrar la manera de estar cerca de su pueblo. Ésta convicción puesta en palabras lo empujó a escribir, en cautiverio, tres libros.

Pero ¿cómo vivir ésta intensidad de amor en el momento presente?. La respuesta de Van Thuan fue: “Pienso que debo vivir cada día, cada minuto, como el último de mi vida. Dejar todo lo que es accesorio, concentrarme sólo en lo esencial. Cada palabra, cada gesto, cada telefonema, cada decisión es la cosa más bella de mi vida, reservo para todos mi amor, mi sonrisa; tengo miedo de perder un segundo viviendo sin sentido…”

  

Jesús, no esperaré;
viviré el momento presente colmándolo de amor.
La línea recta está compuesta por millones de puntitos unidos entre sí.
Mi vida también está integrada por millones de segundos y de minutos unidos entre sí. Dispongo perfectamente cada punto, y la línea será recta. Vivo con perfección cada minuto, y la vida será santa.
 
El camino de la esperanza está enlosado de pequeños pasos de esperanza.
La vida de esperanza está hecha de breves minutos de esperanza.
Como tú, Jesús, que has hecho siempre lo que le agrada a tu Padre.
Cada minuto quiero decirte: Jesús, te amo; mi vida es siempre una

“nueva y eterna alianza” contigo.
Cada minuto quiero cantar con toda la Iglesia:
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo…”

¡A lo largo de los caminos de la existencia

diaria es donde podrás encontrar al Señor!…

Esta es la dimensión fundamental del encuentro;

no se trata de hacer alguna cosa, sino con Alguien, con el Viviente.

(Juan Pablo II, Mensaje para la XII Jornada Mundial de la Juventud, 1997, n. 1).