“Señor, enséñame a ser generoso.
Enséñame a servirte como Tú mereces;
a dar sin contar el costo,
a luchar sin reparar en las heridas,
a laborar sin buscar descanso,
a trabajar sin pedir recompensa,
si no es el saber que cumplo tu voluntad”.
San Ignacio de Loyola
Cuando miro hacia atrás reconozco cuántas veces me culpabilicé en vano, cuántas veces castigué mi humanidad, este regalo tan…
¡Qué alegría gustar esta libertad! Me siento inmensamente agradecida por este andar con las manos abiertas, dándome de lleno, sin…
Que reines Tú, Señor, en mi corazón que reine tu paz que reines Tú cada día y me hagas…
Es verdad de que hay un modo de vivir que es estar en casa. Cada espacio, cada persona, cada…
¿Cómo me acerco a lo que estudio? ¿Cómo quien degusta o como quien devora ? Si me acerco con voracidad,…