Dame un corazón compasivo

martes, 7 de agosto de
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Nuestra cultura, Señor, está fundada
en el principio de exclusión:
se excluye a enfermos incurables, a prostitutas,
a vagabundos, a drogadictos, a homosexuales,
a negros e indígenas…;
se excluye, sobre todo, a los pobres,
que son los auténticos leprosos de nuestra sociedad.
Lo llevamos, Señor, metido en los tuétanos:
somos excluidos por algunos,
pero también excluimos a otros.

¡Crea en nosotros, Señor, un corazón nuevo,
un corazón fraterno!;
que no demos la espalda a nadie;
que a nadie borremos de nuestro corazón;
que nos atrevamos a tocar, Señor,
a impulsos de un amor recreador,
a los considerados <>.

Te pedimos, Señor, un amor realista y paciente,
consciente de lo que es posible en cada momento,
pero que nunca se rinda.
Y te pedimos, también, que el dolor que nos causa
vernos tratados, algunas veces, como leprosos
no nos envenene el alma.

Que a nadie borremos del corazón.
Te lo pedimos por Jesús, el Hermano Universal.

Amén

Pedro Trigo S.J.