Evangelio según San Mateo 16, 13-23

miércoles, 8 de agosto de
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Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?» Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas.» Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?»

Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.» Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.» Entonces mandó a sus discípulos que no dijesen a nadie que él era el Cristo. Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser matado y resucitar al tercer día. 

 

Tomándole aparte Pedro, se puso a reprenderle diciendo: «¡Lejos de ti, Señor! ¡De ningún modo te sucederá eso!» Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Escándalo eres para mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres!

 

 

Palabra de Dios

 

 

 

 

 

 

 

P. David Pintos

 

 

 

 

En el Evangelio escuchamos que Jesús les hace a sus discípulos una pregunta importante y después le manifiesta el gran motivo por el cual vino al mundo: Vino a dar su vida en rescate por todos.


La pregunta que Jesús realiza lo hace después de haber tenido una larga convivencia con sus discípulos; ya hasta ahí vivieron muchas experiencias juntos, de a poco intercambiaron muchas cosas entre ellos, curaciones, milagros, enseñanzas, muchas cosas que seguramente harían que todos y los discípulos tengan un concepto de Jesús. La pregunta vino después de una larga convivencia.


Seguramente muchos de nosotros desde hace mucho que tenemos una amistad y un vínculo con Jesús. Seguramente tendremos muchas experiencias con él. Yo los invitaría, te invitaría a que hagas un parate y te pongas a pensar sobre tu relación con Jesús, que pienses en todo el tiempo que lo conoces y empezaste a rezarle y conocerle. Después de haber reflexionado contesta la pregunta que Jesús nos hace hoy “Ustedes ¿Quién dicen que soy?”. ¿Qué es Jesús para vos? ¿Quién es Jesús para vos realmente?. Frente a ese concepto que tenés de Jesús ¿Tu vida, tus acciones y pensamientos van acorde a lo que consideras de él? ¿Si? ¿No?. ¿Qué tendría que pasar para que el vínculo con Jesús sea realmente fuerte y pueda seguirlo hasta las últimas consecuencias?


Después que Jesús hace la pregunta les manifiesta a los Discípulos su misión. ¿somos capaces de seguir a Jesús en su misión? ¿Sos fiel a la misión de Cristo? La misión de Jesús es grande y muy importante, y estaría muy bueno adherirnos totalmente a él sin miedo y con mucha convicción.


El Evangelio de Hoy nos ayuda a pensar nuestra relación con Cristo y adherirnos fielmente a su misión. Que su gracia nos ayude en este día.

 

Oleada Joven