Señor Jesús,
nos invitás a todos a participar en la construcción del reino,
y tenés un lugar para cada uno.
Mirando a la gente por las calles
descubro que no todos se enteraron de esta buena noticia…
Muchos se sienten excluídos de la alegría y de la esperanza.
Enviame a mí. Enviame con otros.
Mandame a los cruces de los caminos,
a invitar a los que ya no esperan nada,
a los que sienten que no hay nada nuevo bajo el sol.
Enviame a los olvidados y a los que han perdido la confianza.
Enviame a mí. Envianos a nosotros.
Con tu gracia y con la fuerza de tu Espíritu.
Amén