Dijo pues: «Un hombre noble marchó a un país lejano, para recibir la investidura real y volverse. Habiendo llamado a diez siervos suyos, les dio diez minas y les dijo: “Negociad hasta que vuelva.” Pero sus ciudadanos le odiaban y enviaron detrás de él una embajada que dijese: “No queremos que ése reine sobre nosotros.” «Y sucedió que, cuando regresó, después de recibir la investidura real, mandó llamar a aquellos siervos suyos, a los que había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. Se presentó el primero y dijo: “Señor, tu mina ha producido diez minas.” Le respondió: “¡Muy bien, siervo bueno!; ya que has sido fiel en lo mínimo, toma el gobierno de diez ciudades.” Vino el segundo y dijo: “Tu mina, Señor, ha producido cinco minas.” Dijo a éste: “Ponte tú también al mando de cinco ciudades.”
Palabra de Dios
P. Gustavo Gatto sacerdote de la Diócesis de Villa María Córdoba
Ya en los últimos capítulos del evangelio de San Mateo, Jesús hace una advertencia, una corrección pública a los Fariseos. Tiene que ver, con la incoherencia de los fariseos, no hacen lo que dicen y está motivación de la apariencia, todo lo hacen para que lo vean. A nosotros también nos viene bien estás advertencias de Jesús.
Cuántas veces nosotros sus discípulos, somos incoherente y no vivimos el evangelio que profesamos. El Papa Francisco, nos ha regalado una carta al pueblo de Dios, pidiendo disculpas por los escándalos de abusos sexuales a los menores.
Dónde , podemos decir que nosotros los discípulos de Jesús, sobre todo aquellos que tienen la misión de hablar en el nombre de Dios, consagrados y religiosos hemos sido incoherente, eso hiere profundamente el cuerpo de Jesús, la Iglesia, a la comunidades y a los más débiles. La gracia de Dios viene a nuestra ayuda para que nosotros podamos vivir de la vida y la transparencia del corazón.
¡Bendecido fin de Semana!