Evangelio según San Lucas 17,20-25

miércoles, 14 de noviembre de
image_pdfimage_print

Los fariseos le preguntaron cuándo llegará el Reino de Dios. El les respondió: “El Reino de Dios no viene ostensiblemente, y no se podrá decir: ‘Está aquí’ o ‘Está allí’. Porque el Reino de Dios está entre ustedes”.

 

Jesús dijo después a sus discípulos: “Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no lo verán. Les dirán: ‘Está aquí’ o ‘Está allí’, pero no corran a buscarlo. Como el relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre cuando llegue su Día. Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación.”

 

Palabra de Dios

 

 


P. David Pintos sacerdote de la Diócesis de la Nueva Orán

 

 

Con el Evangelio que escuchamos en este día también podríamos preguntarnos cómo es nuestra relación con Dios, como es el grado de amistad con él. Y ¿Por qué? Porque si precisamente nosotros somos amigos de Dios, si tenemos un vínculo fuerte con él no necesitaremos hacer la pregunta que le hacen los fariseos a Jesús “¿Cuándo vendrá el reino de Dios?” Sabremos que el reino de Dios ya está presente. Como dice Jesús “El Reino de Dios está dentro de ustedes”, ya a Dios lo tenemos dentro nuestro, ya está junto a nosotros. Dios está con nosotros. Y por lo tanto como dice Jesús el Reino de Dios no se manifiesta ostensiblemente, sino que se manifiesta en la sencillez, en la humildad, en la cotidianidad. Y como dice una canción muy conocida “Dios está aquí, Dios está en mí…” Eso es verdad y no hace falta buscarlo en la ostentación, no hace buscarlo en las cosas extraordinarias. Sino que hay que buscarlo cerca, buscarlo en nosotros, buscarlo en nuestro corazón.
Simplemente es cerrar los ojos, respirar lento, escuchar el latido del corazón para darnos cuenta que Dios está conmigo. Porque es así y por eso estamos invitados a amar a Dios en nosotros y en la sencillez.

 

Hoy podemos tomarnos un tiempo especial, podemos hacer una pausa, podemos encontrar un lugarcito para adentrarnos en la oración personal y ahí encontrarnos con Dios. Podemos hacer una nueva profesión de fe tocando nuestro corazón y decir “Yo creo Jesús que estás aquí, gracias por estar conmigo”.

 

Por eso Dios no está lejos, está más cerca de lo que nos podamos imaginar. Y es por eso a que también en este día lleves la presencia de Dios a todos. Es más te invito a que te acerques a esa persona que está viviendo problemas de soledad o alguna dificultad y le digas “ánimo, no estás sólo. Dios está en vos. Dios está con vos.” Seamos misioneros de la presencia del Reino de Dios que está con nosotros.

 

 

Oleada Joven