Hoy Señor, es día para volver la mirada
a tantos con los que comparto la vida.
Te doy gracias, por ellos,
mis amigos, mis familiares,
profesores y compañeros,
los que tantas veces me han cargado sobre sí.
Te agradezco por las veces que expermenté el cansancio y el desgano,
y ahí hubo alguien que me cargó sobre sus hombros.
Gracias por esas personas que me acercaron a Vos Señor,
cuando menos lo esperaba y cuando no podía acercarme por mis propios medios.
Gracias Señor por mis amigos,
por las charlas, los encuentros y las alegrías compartidas
que me ayudaron a ponerme de pie.
Gracias por sanarme, Señor, por renovar mis fuerzas,
por invitarme a construir el reino,
acercándo a otros a tus pies.
Gracias por el cansancio y la ofrenda de tantos,
para que yo pueda caminar y ser feliz.
De nuestra redacción
Milagros Rodón
Su madre y sus hermanos fueron a verlo, pero no pudieron acercarse a causa de la multitud.Entonces le anunciaron a…
Jesús convocó a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar a toda clase de demonios y para…
El tetrarca Herodes se enteró de todo lo que pasaba, y estaba muy desconcertado porque algunos decían: “Es Juan, que…
Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: “Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez”.“¿De dónde me conoces?”, le…
Mientras todos se admiraban por las cosas que hacía, Jesús dijo a sus discípulos:”Escuchen bien esto que les digo: El…