Evangelio según San Lucas 1,46-56

viernes, 21 de diciembre de

María dijo entonces: 

 

“Mi alma canta la grandeza del Señor,
y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador,
porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora. 
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz”.
Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: 
¡su Nombre es santo!

 

Su misericordia se extiende de generación en generación 
sobre aquellos que lo temen.
Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón.
Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos 
y despidió a los ricos con las manos vacías.
Socorrió a Israel, su servidor, 
acordándose de su misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres, 
en favor de Abraham y de su descendencia para siempre”.

 

María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.

 

 

Palabra de Dios

 


 

Padre Gustavo Gatto sacerdote de la Diócesis de Villa María

 

Transitando los últimos días de la novena de Navidad, nos encontramos con el hermoso canto de María, canto que amamos, el magnificat y me pareció hermoso que ya terminando el año cada uno de nosotros pueda, imitando a María cantar su prop magnificat.

 

Cantamos el magnificat porque reconocemos el paso de Dios en nuestra vida. Precisamente, María celebra que Dios actúa y Obra en su vida y sobre todo en los pequeños, en los débiles y en los que sufren.

 

 

Nosotros también queremos tener una mirada agradecida de Dios en este año porque el actuado nosotros a pesar de nuestras miserias, a pesar de nuestras debilidades, de nuestras infidelidades, de nuestros pecados, Dios ha estado grande con nosotros.

 

 

Que lindo que podamos acercarnos a la Navidad con este espíritu y terminar el año así, cantando el magnificat . Que tengas un hermoso fin de semana y una hermosa Navidad.

 

 

Oleada Joven