Astutos…

martes, 2 de agosto de

Querido Señor, me has enviado a este mundo

para predicar tu Palabra.
Los problemas del mundo parecen tan

frecuentemente complicados e intrincados
que tu Palabra me parece embarazosamente simple.

 

Muchas veces, me siento sin palabras

cuando estoy con gente que está hablando

de los problemas sociales o económicos del mundo.

 

Pero vos Señor, dijiste:

“Sean astutos como serpientes

e inocentes como palomas.”
Déjame retener la inocencia y la simplicidad

en medio de este mundo complejo.

 

  Me doy cuenta de que debo estar informado,
de que tengo que estudiar los muchos

aspectos de los problemas que enfrenta el mundo,
y que debo tratar de entender lo mejor

que pueda la dinámica de nuestra

sociedad contemporánea.

  Pero lo que cuenta realmente es

que toda esta información,
conocimiento y conciencia, me permita decir,

más claramente y sin ambigüedades,
tu Palabra llena de verdad.

 

No permitas que los poderes del mal me seduzcan
con las complejidades de los problemas del mundo,
dame la fuerza para pensar con claridad,
para hablar con libertad y para actuar con coraje,
a tu servicio.

 

 Dame el coraje para mostrar la paloma

en un mundo tan lleno de serpientes.
Amén.

 

 

Henri Nouwen

Maria Carolina Chahin