¿Te gusta el cine? A mí muchísimo, meternos en las historias, conocer otras visiones y otros mundos, emocionarnos…Pienso que Jesús contaba parábolas porque aún no existía el cine.
También detrás de cada película hay horas y horas de trabajo, algunas tardan años en rodarse, de cien tomas se aprovechan diez. La luz es muy importante en las películas, por eso para mi la oración tiene que ver con el cine, porque también es cuestión de luz. Pones lo vivido bajo otros ojos, lo miras desde otro ángulo, no lo contemplas solo. Es como si pudiéramos bañar la realidad en esa luz que descubre lo verdadero, lo que cuenta, lo que merece la pena. Y cuánto cambian las imágenes cuando las recibimos ahí, entonces se ven las cosas en versión original, y ¿sabes qué es lo más emocionante? que apenas sabemos nada de nuestra propia película y de nuestro papel en ella, que al principio somos meros espectadores, y que en la medida en que nos vamos adentrando en la oración vamos siendo protagonistas, señores de nuestra vida, dejando que el guión nos lo vaya haciendo Otro, el que sabe, el que conoce el entramado de la historia y la belleza escondida de cada plano. Cómo disfrutan los actores cuando los dirigen buenos directores, se dejan llevar, se abandonan. Nosotros contamos con el mejor, pues sólo en Él podemos conocernos y ser lo que somos, y desplegar el amor.