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lunes, 23 de enero de
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San Francisco de Sales


El día 24 de enero es la memoria litúrgica de San Francisco de Sales, el patrono de los periodistas y escritores católicos. San Francisco de Sales, francés del siglo XVII, vivió en el corazón de la reforma protestante como obispo católico en la calvinista Ginebra. Es destacado autor de espiritualidad y de vida cristiana y fundador e inspirador de Congregaciones Religiosas. Calificado como “uno de los más fieles trasuntos del Redentor” y de él dijo San Vicente de Paúl que fue “uno de los hombres que mejor ha imitado al Hijo de Dios en su vida mortal”.
 

Escritor, predicador, comunicador San Francisco de Sales escribió más de 30.000 cartas, con ágil y fresco estilo literario -hoy diríamos que periodístico-, en las que sobresalió como espléndido comunicador de valores cristianos y humanos. Asimismo introdujo la praxis de dirigirse a los fieles mediante unas hojas u octavillas -como precedente de los modernos medios de comunicación-, que se distribuían en los hogares. Predicaba también constantemente y así nos sabemos, por ejemplo, que en un mes predicó 180 sermones.
 
 

 

 
Destacó por su hondura intelectual, por su calidad humana, por su profundidad religiosa, por su celo pastoral, por su exigencia espiritual y ascética, por sus intuiciones y sentido práctico, realista y concreto. Es el santo del amor de Dios en las distintas circunstancias de la vida, de diálogo permanente y con todos, de la santificación a través de la vida cotidiana, de la sencillez, de la ternura, de la humildad, de la alegría, de la esperanza, de la paz interior.
 

Cercano y servidor de los demás. Dotado de grandes aptitudes comunicativas y dotes psicológicas para conocer y acompañar a las personas, sus escritos y sus predicaciones sobresalían por su adaptación a los fieles, por sencillez y profundidad, por su estilo literario y periodístico pulido, cuidado, hermoso, cercano, y por su excelente magisterio.
 
 
Fallecía a los 55 años de edad en 1662 y tres siglos después el Papa Pío XI lo declaró patrono de los periodistas. Su testimonio y ejemplo siguen siendo actuales. Es un santo moderno que nos recuerda la primacía del amor de Dios y la necesidad de transmitirlo desde la propia vida y a través de la sencillez, la alegría y la dulzura mediante todos los medios posibles a nuestro alcance. Entonces, con cartas, sermones y octavillas; ahora a través de los medios de comunicación social.
 
 
 
 
Fuente: Revista Ecclesia
 
 

 

 

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