Un corazón así…

domingo, 19 de febrero de
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  Para poder servirte mejor 

dame un noble corazón. 
Un corazón fuerte 
para aspirar por los altos ideales 
y no por opciones mediocres. 

 
Un corazón generoso en el trabajo, 
viendo en él no una imposición 
sino una misión que me confías. 

 
Un corazón grande en el sufrimiento, 
siendo valiente soldado ante mi propia cruz 
y sensible cireneo para la cruz de los demás. 

 
Un corazón grande para con el mundo, 
siendo comprensivo con sus fragilidades 
pero inmune a sus máximas y seducciones. 

 
Un corazón grande con los hombres, 
leal y atento para con todos 
pero especialmente servicial y delicado 
a los pequeños y humildes. 

 
Un corazón nunca centrado sobre mí, 
siempre apoyado en ti, 
feliz de servir a mis hermanos, 
¡oh, mi Señor! 
todos los días de mi vida. Amén. 
 
 
Padre Ignacio Larrañaga

 

 

Oleada Joven