Las palabras que Juan Pablo II nos acercó reiterativamente durante su pontificado, siguen siendo bien actuales. En el evangelio los discípulos, que después de pescar toda la noche no sacaron nada se encuentran con Jesús, que estaba en la orilla sube a la barca y le pide a Pedro: “Rema mar adentro y echad las redes para pescar”. Pedro obedece, y sacan tal enormidad de peces que todos quedan sorprendidos y temerosos. Y pasaje finaliza con las palabras de Jesús a Pedro: “No temas: desde ahora serás pescador de hombres”. Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.”
Linda oportunidad para nosotros también sentirnos invitados por el Señor a navegar mar adentro, a ir a lo profundo… No acostumbrarnos a la mediocridad sino ir por más: más amor, mas esperanza, más entusiasmo, más alegría…. y tantos más.
Compartimos las palabras que Juan Pablo II nos dejaba a los jóvenes en junio del 2004 en Berna:
“Yo te digo: ¡no tengas miedo!”, continuó dirigiéndose a cada uno de los jóvenes. “¡Dios no se deja ganar en generosidad! Tras casi sesenta años de sacerdocio estoy contento de ofrecer aquí mi testimonio ante todos ustedes: es hermoso poder gastarse hasta el final por la causa del Reino de Dios!”.
San Juan Pablo II concluyó sus palabras pidiendo a los jóvenes que con su energía y entusiasmo hicieran que el Evangelio penetrase en “todos los tejidos de la sociedad para que suscite una civilización de justicia auténtica y de amor sin discriminaciones”.