Soplan nuevos vientos

jueves, 19 de julio de

Según la leyenda… cuando los vientos de Santa Ana soplan cualquier cosa puede pasar…


Y…si…seguramente hayas tenido alguna decepción amorosa. Quizás amaste y no te amaron o te amaron y no amaste. Dejaste y te dejaron. Desencuentros, destiempo, desgano…decepción. Pero aquí estamos hoy con el corazón en remojo o con algunas vendas, pero pasado un tiempo… ya estamos listos otra vez para amar.

 

Y es que fuimos creados para amar y ser amados,  Dios es ante todo: un Dios amante. Es más, te diría que nos creó para Él poder amarnos. Sí, te creo para amarte. Y luego, para que lo amemos a Él y para que amemos a los demás como a nosotros mismos. Es el mandamiento de Jesús. Incluso este amor trasciende el amor propiamente de pareja. Podemos amar lo que hacemos hoy, lo que tenemos hoy, nuestro presente, con nuestras imperfecciones y límites. Aún cuando pensamos o sentimos que nuestras sombras tapan la luz que creemos podemos irradiar…algún día…pero dejame decirte que ese día es HOY.

 

Hoy es el día para amar y para dejarnos amar. Hoy es el tiempo del amor. No dejemos que nos roben la esperanza y menos aún nuestro presente, con promesas de un mañana iluminado. Los vientos están soplando y nos susurran al oído palabras de aliento…¡ánimo ponete de pie! y nos hacen confiar. Confiar en nosotros, confiar en el Padre bueno que nos ama… y entonces nada malo puede pasarnos.

 

Cuando el amor se encuentra con el amor…el cielo se abre y cae una lluvia de bendiciones que limpia y barre con todas las decepciones y fracasos. Y queda limpio el paisaje de la esperanza y la confianza de que “No hay nada imposible para Dios” (Lc. 1, 37)

 

 

 

 

 Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo…
Llegaras cuando vayas más allá del intento
No te quedes aguardando a que pinte la ocasión
No te rindas no te sientes a esperar
Mejor lento que parado, desabrocha el corazón
Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo…

 

 

De nuestra redacción

GA

 

Oleada Joven