Dios escondido

viernes, 31 de mayo de
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Te adoro con devoción, Dios escondido,

oculto verdaderamente bajo estas apariencias.

 

A Vos se somete mi corazón por completo,

y se rinde totalmente al contemplarte.

 

Al juzgar de Vos, se equivocan la vista,

el tacto, el gusto;
pero basta el oído para creer con firmeza;

creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios:

nada es más verdadero que esta palabra de verdad.

 

En la Cruz se escondía sólo la Divinidad,

pero aquí se esconde también la Humanidad;

creo y confieso ambas cosas,

y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido.

 

No veo las llagas como las vio Tomas

pero confieso que eres mi Dios:

haz que yo crea más y más en Vos,

que en Vos espere y que te ame.

 

Pan vivo que das vida al hombre:

concede a mi alma que de Vos viva y

que siempre saboree tu dulzura.

 

Amén.

 

 

 

Adaptación oración Santo Tomás de Aquino